miércoles, 7 de octubre de 2015

Nan Goldin, Análisis de su obra.

"Mi trabajo siempre ha sido malentendido creyendo que habla de cierto ámbito de drogas, de fiestas, de lo underground, de las minorías marginadas y que aunque digo que mi familia sigue siendo marginada, por que no queremos ser parte de la sociedad normal, no creo que mi trabajo sea sobre eso, creo que siempre ha sido sobre la condición de ser humano, el dolor y  la habilidad de sobrevivir sabiendo lo difícil que es".
Nan Goldin, Premio Hasselblad 2007.

Para empezar esta entrada comencé revisando la lista de ganadores de los premios Hasselblad, para iniciar observe el trabajo de Tillman del cual me centre en sus retratos pero algo me faltaba como para escogerlo a él y a su trabajo para inspirarme, continúe con el trabajo de Ishiuchi Miyako centrándome en su serie de hiroshima y los estragos del tiempo sobre las partes del cuerpo humano fue captando mi atención pero al ver que fue ella quien fotografió el "revival" de los objetos de Frida Kahlo pase al siguiente fotógrafo, la cual fue Graciela Iturbide y como ya conocía su trabajo decidí irme por alguien que no conociera, investigue a Lee Friedlander pero sus fotos me parecieron tan ajenas a mí, creo que lo que buscaba era una conexión con la fotografía que casi encuentro con Malick Sidibé pero tras ver sus retratos de bamako en los 60's dejando atrás la estética y lo divertido de mirar que son, me dije, si estados unidos con Friedlander te pareció ajeno a ti Bamako podría serlo aun más. Toda esta deliberación me llevo a un nombre, un nombre que al buscarlo tras observar una sola fotografía conectó conmigo, era profundamente honesta, descuidada, realista como un cuadro de Courbet para su época, la sensación de melancolía en la escena, la búsqueda de la mirada legitimatoria del otro que nos hace recordar que estamos vivos y que ocupamos un espacio, el deseo por la interacción humana pero a su vez la carga negativa marcada por el enorme desinterés del hombre después del sexo, que evoca la dificultad en las relaciones contemporáneas y lo complejo que es construir interacciones sociales dentro de tu rutina diaria, y el nombre de esta fotógrafa estadounidense es Nan Goldin. 

Brian y Nan en la cáma.
Sabía que no podía confiar en mi poco acervo de crítica técnica sobre el trabajo de cualquiera de estos fotógrafos, pero aun así el trabajo de Nan me contrariaba puesto que no era el más pulido, había un uso excesivo del flash, en ciertas partes el encuadre era descuidado, la iluminación era ambigua pero aun no siendo la fotografía más técnica, de alguna extraña manera la atmósfera estaba allí, la imagen exudaba nostalgia, me hacía sentir no dentro de la imagen pero si que en cualquier momento estas dos personas voltearían a verme tal vez diciéndome ¿qué miras fetichista? Por lo que necesitaba un termino para definir lo que estaba mirando y encontré uno adecuado: Fotografía Intimista, la cual Oscar Nates define como "un punto crucial a la que se le considera un puente para comprender los extremos fotográficos planteados por John Szwarkovski, la ventana y el espejo" ya revisados y expuestos en la lectura de Fred Ritchin. Así puedo entender que la fotografía intimista va de la mano con la humanista y lo que busca es recrear la esencia escondida detrás de nuestros álbumes familiares de fotografías cotidianas, entonces creo que el fin es el de evidenciar el origen de la vida emocional de un sujeto a través de una secuencia de momentos.

Nan Goldin Autoretrato.
Nan comenta en una de sus múltiples entrevistas que utilizaba la cámara como una extensión de ella misma, era parte de su memoria, puesto que hasta en momentos más oscuros y solitarios de su vida comenzó ha hacerse retratos para observar como es que realmente se veía y lograr entrar de nuevo a su verdadera piel. Me parece curioso ya que yo siempre he creído que nos constituimos a través de la mirada del otro y buscamos avidamente el reflejo de nosotros mismo en los ojos de los demás, pero Nan se cansa y termina por enloquecer al grado que necesita reconfigurar su ojo y verse a través de lo mecánico, la cámara funge como un intermediario entre su realidad distorsionada y su realidad, pero es curioso como no sólo se busca ella, sino que, también encuentra a los otros dentro de esas memorias, pretendiendo realizar el mismo análisis en colectividad. Es tal vez este aspecto lo que me seduce de su trabajo, a ella no le interesa tener la composición perfecta, los aspectos técnicos pulcros, no pretende ser mejor que nadie, solo pretende ser honesta y redescubrirse día tras día a través de la mirada ajena de la cámara, pero no tan ajena a final de cuentas puesto que se vuelve hasta una caricia cotidiana, una memoria. Lo que importa es la honestidad con la que refleja su realidad, el miedo y la crisis de identidad, hablemos de las relaciones y de esta posmodernidad enfermiza y la obsesión humana con la enajenación del ser y la partida de su entorno, la frivolidad de las relaciones cotidianas, ¿que pasa con este posmodernismo y esta sociedad líquida donde las imágenes son tan prostituidas que terminan por degenerar la memoria? Su poca atención al uso de la iluminación y la ya afirmada por ella misma, ignorancia de que la luz cambiaba los colores de la película, se evocan en la metáfora del ser caminando fuera de la cueva, buscando la luz emergiendo de la oscuridad y en este caso la oscuridad son nuestros propios demonios y estigmas de las interrelaciones de grupos sociales diferentes dentro de una sociedad prejuiciosa.

La colección con la que ganó el reconocimiento del público y de ciertos sectores fotográficos que culminó en ganarse el premio Hasselblad en 2007 fue "The Ballad of Sexual Dependecy" en donde hasta hoy críticos como Andy Grundberg dicen que la balada aún sigue sonando, hablan del trabajo de Goldin:
"En términos de estilo ella favorece a lo cándido y no planeado, sobre lo técnicamente pulido y preciso, lo cual no quiere decir que es incapaz de realizar imágenes impecables. Ella se aproxima a la fotografía desde la perspectiva de la película, buscando que la narrativa tenga apertura de las puertas del medio a través de la secuencia y la edición".
Cookie y el ataúd de Vittorio.
Por lo que creo que me intereso el trabajo de Goldin (esperando no ser una decisión cliché) es debido a que a mi sentir documenta un cambio generacional, una ruptura de paradigma y una transfiguración de la sociedad. Desde que entre a la Esmeralda se nos ha dicho constantemente, por algunos maestros, que nuestra realidad social ha estado muy marcada por la estética Queer y que se define no sólo por la androginia, sino que, también esta marcada por una liberación sexual y de género. Así que la balada es el parteaguas de la unión de múltiples familias a la intimidad y complicidad de Goldin, nos vinculamos con la imagen, puesto que documenta los inicios de estas transiciones. En clase de Teoría se hablo del cambio paradigmático de la generación de nuestros padres al nuestro, puesto que si nosotros somos la generación de la diversidad de género y la libertad sexual se revisaba la negación sexual que se tuvo en esos años gracias a las epidemias de VIH y el constante temor que derivó en una amplia frustración sexual, por lo que el trabajo de Nan a mi parecer ilustra las luchas de poder inherentes a las relaciones, especialmente aquellas que habitualmente traspasan los territorios más estrictos del género; por lo que se ilustra una idea general de adicción sexual, no hacia el acto sexual como tal, sino que al objeto de su obsesión sexual una lucha por autonomía en la relación. Pero en verdad no somos adictos mas que a la necesidad de fundirte, de estar ceca, de mezclarte y la necesidad de nunca aislarse de lo que te hace sentir vivo, incluso si esa dependencia de la persona es mala para nosotros. Para sociedades líquidas relaciones líquidas y frivolidad a través de la imagen.

Suzanne llorando.
Ahora para cerrar esta entrada me quedo con el otro aspecto por el cual mi elección fue Goldin, que se liga con los ideales de ir más allá de el contexto de la composición y abrir los horizontes a más posibilidades con la fotografía, como tal una pequeña aproximación al hipertexto y la hiperfotografía.
Goldin se evoca a realizar proyecciones de sus famosos slide-shows en los que la imagen sigue siendo una imagen estática pero que funciona en el contexto que se le introduce, lo pensaré de esta forma uno espera al ver una película el clímax de la narración, la cual se descubre en la secuencia más sorprendente o importante de la narrativa, la cual usualmente en los aspectos técnicos es de las más pulidas, bueno Goldin así como no cree en las imágenes pulcras, no cree que sea necesario tener ese momento cuando todas las imágenes se afectan en sus relaciones y dialogan entre sí. Por lo que para mí obviamente el trabajo de Goldin no esta tan acercado a la definición de hiperfotografía que da Ritchin, pero si demuestra cierto interés por la evolución de la imagen a través de presentaciones en vivo donde las emociones pueden ser manipuladas a través del vínculo que la imagen comparte con la música, ya que Goldin elige canciones para hacer el soundtrack de su recopilación de imágenes volviendo esta experiencia multisensorial para el expectador. El poder de su trabajo fue fuerte durante muchos años, hoy en día a perdido fuerza pero sigue siendo inspiración para unos tantos y antes de empezar a hablar de Meyer y de Fontcuberta cerraré esta entrada con una frase de Nan:

Cookie y Millie en el baño de un club de NY.
"Muchas personas parecen creer que el arte de la fotografía habla acerca de la forma en que las cosas se ven o de la superficie de las mismas, esto no lo es para mí. Realmente es acerca de relaciones y sentimientos y la gente no entiende que no se trata del estilo o la estética, sino que de una obsesión emocional y empatía".   

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