miércoles, 26 de agosto de 2015

Ensayo Libro Susan Sontag "Sobre La Fotografía"

"Coleccionar Fotografías es coleccionar el mundo...  la imagen es un objeto"
 Susan Sontag "Sobre la Fotografía"

Resulta en una muy extraña coincidencia que a la par de la lectura del primer ensayo del libro, se haya visto la película de Jean-Luc Godard Les Carabiniers 1963, esta película que en grandes rasgos lo que propone es una amplia reflexión ante el lenguaje de la imagen, donde los personajes se apropian de monumentos, obras y de objetos de una manera tan sagaz, ya que a través de la cámara violentan la realidad del objeto creyendo poseerlo al poder blandirlo en su mano, como dice Susan Sontag "Todo uso de la cámara implica una agresión" y esta película es el ejemplo perfecto de este postulado, ya que su sed de conquistar el mundo a través de sus imágenes es el mismo que ha tenido la fotografía de buscar la captura del mayor número de temas, a través de la historia. 
Esta película nos muestra una escena riquísima en contexto, que de por sí empieza con el cuestionamiento del espectador ¿Puede caber el mundo entero en una maleta? para poco después maravillarse de su propia ingenuidad como audiencia, pensando en la clara idea de que -La imagen es el verdadero tesoro- entonces concuerdo completamente con Susan Sontag al leer que la cámara comete un asesinato, como los carabinieros lo hacen sin remordimiento, transformando a las personas en objetos que pueden poseer simbólicamente y después fácilmente realizar una secuencia de conteo de sus posesiones, tan fácil como agruparlas en grandes grupos y subtemas, y de nuevo como nos dice Sontag "Toda colección de foto es un ejercicio de montaje surrealista y es entonces el compendio surrealista de la historia"; es por esto que la escena cumbre de la película es el recuento del tesoro fotográfico que yace en la maleta, ya que genera alta expectación y termina por dejar sediento de más al espectador, puesto que en mi caso es donde toda la reflexión ante la imagen de la película cuaja.

Evidentemente Godard en esta película abandona el ideal de mimetismo en la imagen en movimiento, lo cual suscita en una "irreal" visión de la guerra, vinculo esta idea al pensamiento de Bertolt Brecht "el realismo no es como las cosas verdaderas, si no como son verdaderamente las cosas" una frase contundente, la cual a mi parecer ahora es el deber de todo fotógrafo que toma su cámara y osa mirar el mundo a través del lente, puesto que pareciese que en esta época contemporánea cualquiera pudiera ser un fotógrafo, como define Sontag la fotografía paso de ser un acto burgués a uno que no distingue fronteras, claro siempre y cuando puedas costearlo, aunque también le cargue la cruz a la fotografía al etiquetarla como el "único arte surreal de origen". Claro que como en todo arte la fotografía también tiene sus corrientes, pero hablando de fotografía del mundo cotidiano es como Fox Talbolt dice "el fotógrafo registra las heridas del tiempo". Gracias a las menciones de varios fotógrafos he logrado comprender esta frase de Brecht y algo que me ayudo a asimilarlo fueron las fotografías de Diane Arbus, que en efecto como Sontag menciona, sus modelos influyen una sensación autentica de patetismo y al hacerlos posar se revelan a sí mismos, lo cual los hace parecer una simple imagen de sí mismos; aquí es donde mayor sentido toma la frase de Jean Baudrillard "La Fotografía quiere jugar a liberar lo real de su principio de realidad, al otro (refiriéndose al sujeto) de su principio de identidad, la reversibilidad es esta oscilación entre la identidad y el extrañamiento que abre el espacio de la ilusión estética, la des-realización del mundo, su provisional puesta entre paréntesis" y bueno se entiende a la des-realización del mundo , a la que se refiere Baudrillard, basándonos en las teorías de Brecht sobre el realismo que afirmaba "El único criterio para juzgar el realismo de una obra, debería ser la realidad y no la estética" ya que se debe de luchar contra los medios de lenguaje y no los de ideologías. Entonces yo entiendo que el verdadero Arte de la fotografía se encontrará en la percepción del mundo, en el Aprender a mirar las cosas no como cosas verdaderas, si no como realmente son. 

Susan Sontag realiza una buena parte de aseveraciones sobre que el simple hecho de poseer una cámara ha transformado a la persona en algo activo, en un voyeur, ya que el acto de fotografiar, como el acto de voyerismo sexual, es una manera de alentar la continuación de lo que está ocurriendo; y concuerdo con ella pero, haciendo uso de mi obsesión con las pocas bases que tengo de los textos de Jean Baudrillard, para Baudrillard esta época contemporánea esta marcada por dos sucesos imperantes "La Sociedad de Consumo" la cuál desemboca en la erosión de la vida íntima, y el "Imperio de lo Efímero" el cual está marcado por el diseño emotivo y la obsolescencia programada, hago estas anotaciones como mero acercamiento a sus teorías más no ahondaré en ellas a menos que el vínculo entre lo leído de Sontag y las teorías de Jean tengan relación alguna. 
Baudrillard afirma que vivimos en una época de "frialdad obscena de un mundo desencantado por la hipertrofia de la comunicación, que de forma paradójica acaba con toda mirada, imagen o reconocimiento..." Y claro que es verdad, vivimos en un estadio de falsa perpetuidad y narcisismo, el solitario voyerista, al que tanto hace referencia Susan Sontag, ocupa el lugar del antiguo seductor apasionado, ya que el hecho de traer una cámara no solo nos vuelve el turista en caza de nostalgias, si no que nos incluye en la realidad, en el tiempo y en el espacio en el que estamos. En un mundo dirigido a la indiferencia, el arte no puede más que contribuir a esta indiferencia: girar en torno al vacío de la imagen, del objeto que ya dejo de serlo, es como dice Sontag, la fotografía es una pseudopresencia y un signo de ausencia, la ausencia actual en la imagen. Para Baudrillard la peor de las alienaciones no es ser despojado por el otro, sino estar despojado del otro; es tener que producir al otro en su ausencia. La constitución de nuestra identidad tiene lugar desde la alteridad, desde la mirada del otro que me convierte en espectáculo. Y me quedo con esta reflexión de un gran libro de una autora desconocida para mi pero que cumple el cometido de un buen libro que para mi es, querer leerlo más de una vez. 

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